Oaxaca: Siguen sin clase 15 mil alumnos

1 de enero de 2018 / Autor: Patricia Briseño / Fuente: Oro Radio

Unos 15 mil estudiantes de educación básica en el Istmo de Tehuantepec están sin clases  tras los sismos de septiembre, por lo que se espera reubicarlos este mes de enero, en espacios rentados para adecuarlos como aulas informó Germán Cervantes Ayala, director general del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO).

Asimismo confirmó que la dependencia aplicará lineamientos para la recuperación de clases en los 41 municipios zapotecos de la región istmeña donde se determinó la suspensión preventiva.

El gobierno del estado, a través de la Secretaría de Finanzas, destinó 40 millones de pesos  para el pago del  alquiler de casas o adecuaciones de inmuebles para usarlos como aulas temporales, para atención de 100 mil alumnos cuyos planteles resultaron afectados por los temblores del 7, 19 y 23 de septiembre.

“Los 15 mil chicos cursan estudios en  300 planteles no aptos por daños en su estructura física, por lo que los respectivos gobiernos municipales requieren alquilar un número similar de inmueble para su uso como aula temporal, o bien adecuar espacios comunes para este mismo fin”.

Precisó que los planteles colapsados se ubican en 65 municipios, y por recomendación de la Coordinación Estatal de Protección Civil (Cepco) deberán de ser reubicado pues están en zonas inestables.

Según el titular del IEEPO  de los 41 municipios zapotecos afectados por los sismos, en 36 se reanudó el ciclo escolar paulatinamente.

En relación a la recuperación de clases dichos municipios donde se determinó la suspensión preventiva adelantó que de acuerdo con el número de clases perdidas, cada plantel deberá rehacer un calendario emergente propio basado en sus circunstancias.

“La propuesta debe salir de la dirección escolar, hacerse del conocimiento formal al comité de padres y la Unidad Educativa del IEEPO”, mencionó.

Subrayó que la recuperación de contenidos no debe de ser mayor a una hora diaria por día, siempre y cuando sean posteriores al cierre de la jornada y no previos a ésta. “El eventual alargamiento de la jornada no debe afectar los periodos de receso estipulados para el alumnado”.

La Secretaría de las Infraestructuras se encarga de la reconstrucción de dos  mil escuelas afectadas en el Istmo, que involucra una inversión de  3 mil millones de pesos, de los Fondos Escuelas al Cien, y  de Desastres Naturales, las cuales espera entregar en marzo próximo.

Fuente:

http://www.ororadio.com.mx/noticias/2018/01/unos-15-mil-estudiantes-del-istmo-esperan-reiniciar-clases/

Los sismos y las aulas

8 de noviembre de 2017 / Autor: Luis Hernández Navarro / Fuente: La Jornada

No tembló igual para todos. Aunque los sismos del 7 y 19 de septiembre pasados dejaron una huella trágica en algunos barrios acomodados de Ciudad de México, se ensañaron con los habitantes más humildes de las orillas de la metrópoli. Han transcurrido casi dos meses de la sacudida, y lejos de los reflectores que iluminaron la devastación en las colonias Roma o Narvarte, los damnificados de Iztapalapa, Tláhuac y Xochimilco sufren no sólo los efectos del desastre natural, sino las prisas gubernamentales por maquillar de normalización la vida de amplias zonas de la urbe.

En las periferias capitalinas las heridas abiertas por el temblor siguen abiertas. Lesión sobre lesión, el abandono ancestral en la provisión de los servicios públicos y el mantenimiento de las infraestructuras, precipitó que los daños por los sismos fueran mayores que en otras zonas. Las huellas de esta doble desgracia pueden verse en todos lados: distribución de agua potable, vialidades, servicios sanitarios y escuelas.

Los temblores del 7 y 19 de septiembre sirvieron de radiografía de la desatención en que se encontraban muchas escuelas de las zonas proletarias de la capital. El diagnóstico que arroja esta placa muestra de cuerpo entero la irresponsabilidad con que han actuado las autoridades de la Secretaría de Educación Pública (SEP) responsables de la enseñanza básica en la ciudad (en el antiguo Distrito Federal la competencia en este terreno pertenece al gobierno federal). Y es, por lo menos, preocupante: escuelas con falta de mantenimiento, infraestructura deficiente y abandono presupuestal. Muchos centros escolares no cumplen con las normas básicas de seguridad establecidas en la legislación vigente.

Por el contrario, la otra cara de la moneda del sismo del 19 de septiembre, es la respuesta de los maestros del sistema de educación pública básica. Como señala el profesor Roberto Gómez, su actitud fue admirable. Ninguno abandonó a sus alumnos en medio de la crisis. Todo lo contrario, actuaron rápida y eficazmente para resguardar a más de un millón de niños y jóvenes. Los padres de familia que corrieron temerosos a las escuelas a buscar a sus hijos, los recibieron sanos y salvos. Los docentes fueron los últimos en abandonar los planteles, a pesar de que ellos también tienen familia.

Los daños en las escuelas de Iztapalapa, Tláhuac y Xochimilco no fueron poca cosa. En su comparecencia en el Senado el pasado 31 de octubre, el secretario de Educación, Aurelio Nuño, informó que 80 por ciento de las 10 mil escuelas de educación básica de Ciudad de México habían reanudado clases, pero 20 por ciento no. Eso significa que, a casi dos meses de los sismos, alrededor de 2 mil centros educativos no tienen aún clases.

El papel de la SEP en la atención del desastre ha sido muy deficiente. La mayoría de las escuelas que regresaron a funcionar regularmente están ubicadas en delegaciones en que las afectaciones causadas por los temblores fueron mínimas. El 22 de septiembre, la SEP emitió el comunicado 270 en el que informa de los ocho pasos para el retorno a las aulas. Allí anuncia que todas las escuelas de educación básica de Ciudad de México serían revisadas por un director responsable de obra (DRO), para definir si estaban en condiciones de reanudar actividades. Sin embargo, el número de DRO destinados a la actividad resultó insuficiente (al 24 de septiembre la revisión no culminaba). Cada DRO debió supervisar entre 10 y 12 escuelas diarias. En muchos casos las revisiones fueron relámpago y, en lugar de dar certidumbre a los padres, generaron enorme inquietud.

En no pocos casos, escuelas con daños en bardas perimetrales (que fueron construidas sin reforzarlas con castillos), salones, muros, pisos y escaleras fueron dictaminadas como seguras. Indignados, los padres de familia rechazaron esos peritajes y decidieron no mandar a sus hijos a clases.

Las escuelas que sufrieron daños considerables y han sido reparadas son mínimas. Algunas escuelas afectadas retornaron a clases sin haber sido reparadas. Otras han sido reubicadas en otros planteles, que desde antes estaban saturados. El que varios centros escolares damnificados estén cercanos unos a otros, dificulta que los alumnos sean trasladados a otros edificios. El que en varias colonias se carezca de espacios públicos, hace imposible habilitar albergues escolares de emergencia. Hasta el 5 de noviembre no había sido instalada ningún aula prefabricada.

La SEP parece carecer de una estrategia para resolver el problema atendiendo la particularidad de cada plantel. Buen número de escuelas podrían estar ya laborando si se hubiesen atendido los daños que no son estructurales. Otras que los tienen podrían haberse reubicado ya de haber tomado en cuenta las propuestas de espacios hechas por los padres de familia. Es difícil saber si esta falta de estrategia obedece a la carencia de recursos o a la descoordinación entre las diferentes de­pendencias, la SEP y las delegaciones.

Padres de familia y maestros se han movilizado a la Asamblea Legislativa de Ciudad de México (ALCM) en tres ocasiones. En la primera, fueron recibidos en el recinto. En la segunda, efectuaron una concentración frente al edificio. Y, en la tercera, alumnos de varias escuelas tomaron clases fuera de las instalaciones legislativas. La comisión de damnificados se ha reunido en distintos momentos con los legisladores. El pasado 20 de octubre, la comisión tuvo una reunión con el coordinador general de obras del Inifed y las autoridades de la Dgsei. La asamblea publicó un desplegado en tres diarios retomando parte de los planteamientos formulados por los padres de familia. Sin embargo, el punto central, que es la mesa de negociación con la SEP, no ha tenido avance alguno.

El tiempo pasa y los padres de familia están cada vez más enojados y desesperados. Su indignación se ha hecho aún mayor, al saber que la SEP gastará 34 millones de pesos mensuales en la renta de oficinas de lujo, mientras centenares de escuelas permanecen en el abandono. Están convencidos de que necesitan efectuar acciones de protesta más fuertes.

Fuente:

http://www.jornada.unam.mx/2017/11/07/opinion/019a2pol

Fuente de la Imagen:

https://www.diariodemorelos.com/noticias/reconstrucci%C3%B3n-182-escuelas-da%C3%B1adas-por-el-sismo-sep